Perspectivas (CEA)

La economía Argentina 2017: desafíos de corto y largo plazo

Autor
Víctor J. Elías
Mes/Año
04/2017

Todos estamos deseando que tome fuerza la recuperación económica Argentina en el 2017 y que dure varios años. Ello debe venir de la mano de un aumento de los gastos de inversión en el sector privado, lo cual depende de determinantes que actúan en el corto y largo plazo. Por otro lado la trayectoria de largo plazo si bien responde básicamente a la performance en la productividad, fenómenos de corto plazo tienen su influencia en esta trayectoria. Esta interrelación hace difícil pensar en lograr un incremento sostenido sin solucionar los problemas inmediatos. También están los eventos no esperados de origen externo que pueden producir alivio y mejoras que a veces duran varios años y ocultan los problemas actuales.

La inflación sigue siendo un problema relevante para esperar una recuperación. La actual emisión monetaria es alta y el déficit público que lo alimenta no parece haber sido atacado. No es suficiente querer generar confianza. Se necesita de una reducción sistemática de la emisión monetaria. Ello produciría la estabilización necesaria para la toma de decisiones y disminuirá el avance estatal en el tamaño y quehacer económico privado, que también ayuda a mejorar sustancialmente el manejo administrativo del sector público. Si bien se eliminaron diversas regulaciones que nos hacía tener una inflación reprimida, aun es necesario proceder a reducir su nivel. No se puede sustituir una reducción directa de la emisión monetaria con múltiples regulaciones en distintas áreas y mercados que solo hacen más fuerte el efecto negativo de un proceso sostenido de suba de precios.

Si bien las fuentes del crecimiento económico de la Argentina identifican diversos factores que pueden ayudar a mejorar la performance económica de largo plazo, cada uno de ellos hace pequeños aportes (ver cuadro anexo). Es importante recordar que el crecimiento económico per capita de la Argentina fue en promedio apenas mayor al uno por ciento anual tanto en el siglo XIX como en el XX. Hubo variaciones importantes dentro de cada siglo, pero los más y los menos nos dan un panorama no muy alentador. Quizás en el siglo XXI podamos mejorar mucho, pero ello demandará sostenidos esfuerzos, y uno de ellos es el presupuesto público balanceado.

Argentina puede mejorar sustancialmente su performance económica de largo plazo. De superar los vaivenes del corto plazo, existen muchas alternativas que el país tiene como opciones. Para ello debe crear las bases que permita a los diversos agentes económicos tomar las medidas más eficientes. El país invirtió mucho en el pasado en elevar el nivel educativo de la población, pero ello no redituó todo lo que se puede esperar. En parte se necesita mejorar la calidad educativa y en parte lograr que el mercado laboral asigne mejor la ocupación y se aproveche la mejora en el nivel educacional de la fuerza laboral. Diversos avances tecnológicos están disponibles para ser usado, pero debe hacerse en forma eficiente. Los determinantes básicos, que son los precios, deben funcionar como señales, lo cual surgirá en forma más nítida con los precios estables y menor injerencia estatal en las decisiones económicas.

Las performances de corto y largo plazo están más interrelacionadas de lo que normalmente se cree. Una recuperación necesita de una perspectiva en alza del largo plazo. También la trayectoria posible de largo plazo. Esta interrelación requiere de un equilibrio en las decisiones públicas cuyas bases aún no están dadas, pero que demanda mejorar sustancialmente.

A juzgar por los meses que se adelantan los indicadores líderes al ciclo de referencia nuestra economía es mucho menos predecible que la de muchos otros países y está más expuesta a crisis. Ello es un reflejo de la variabilidad de las políticas económicas que siempre terminan con un mayor sector público. La politización de muchos temas solo nublan la visión de los fundamentos de ello y el poder hacer uso de las herramientas apropiadas que están disponibles.

Cuadro anexo:

Crecimiento anual promedio del PBI y la contribución a este crecimiento de los distintos micro y macro insumos. Período 1950-2016. (Fuente: Victor J. Elias (2007), “Cincuenta años de la economía Argentina. Una óptica desde fuentes del crecimiento económico”, A.M. Navarro (Editor), Medio Siglo de Economía (Cuarenta Aniversario AAEP), TEMAS, Buenos Aires).

Productos e Insumos Crecimiento y contribución anual (%)
Producto Bruto Interno 2.81
Capital físico (cantidad) 1.31
Capital físico (calidad) 0.10
Insumo trabajo (cantidad) 0.75
Insumo trabajo (calidad) 0.47
Calidad educación formal -0.07
Capital inteligente 0.06
Apertura sector externo 0.17
Inestabilidad cíclica de la economía -0.12
Investigación y desarrollo 0.20
Desigualdad -0.06
Aumento de la productividad mundial 0.04
Convergencia regional 0.03
Escala 0.12
Calidad institucional -0.37
Inseguridad (violencia) -0.03
Residual 0.21

 

Sobre Víctor J. Elías

Es Master of Arts y Ph.D. in Economics de la Universidad de Chicago, revalidado Doctor en Economía en la Universidad Nacional de Tucumán (UNT). Profesor Emérito de la UNT. Miembro de la Academia Nacional de Ciencias Económicas. Profesor visitante de las Universidades de Harvard y Stanford.

Publicó Sources of Growth: A Study of Seven Latin American Economies (San Francisco, 1992) e Infrastructure and Economic Growth (World Bank, Washington DC, 1995), entre otros textos. Premio Konex 1996, categoría Desarrollo Económico.

Premio Mención Adeba (1981) y Premio Anita Harberger de la Fundación Marroquín (2003), entre otros reconocimientos. En 2016 la Universidad del CEMA le otorgó el grado de Doctor Honoris Causa.