El ahorro como estrategia de Estado
No se recuerda la última vez en la que el Gobierno tuvo superávit en su Presupuesto, y esto es consecuencia de que se ha perdido en gran medida la cultura del ahorro en nuestra población y en nuestros gobernantes como consecuencia de décadas de inestabilidad económica y oportunismo político.
Esto hace al país muy dependiente del ahorro externo y lo afecta de manera seria en su independencia económica y soberanía política.

La tasa promedio de inversión bruta con respecto al PBI en el país ha promediado durante el período 1993-2002 18,9% con picos de más de 20 por ciento. En un país que ahorra en promedio 13% de su PBI, el financiamiento de estos niveles de inversión sólo se pudo lograr con ahorros (crédito) externos.

Si consideramos que inversión y empleo son variables complementarias, el grave problema del desempleo actual sólo se soluciona con crecimiento e inversión. Frente a este problema, las Pyme juegan un papel importante por su potencial contribución a la generación de empleos en relación con su contribución al valor agregado de la economía; en países desarrollados, las pequeñas y medianas empresas generan en promedio 46,3% del producto, pero emplean a 65,6% de la población.

¿Cómo financiará nuestra economía estas inversiones? El crédito externo es escaso por efectos del default y una contracción a nivel mundial de la oferta de crédito; deja entonces al ahorro interno como principal opción de crédito para financiamiento de inversiones.

El mismo actualmente también es escaso y se encuentra principalmente en cajas de seguridad y en los hogares en un porcentaje que supera 50%; a este respecto podemos observar que los mercados de capitales son ineficientes cuando los ahorristas no tienen suficientes alternativas de inversión que les permitan diversificar sus ahorros (algo que quedó expuesto con la vigencia del “corralito”) y cuando buenos proyectos de inversión quedan sin financiamiento.

Es por ello que deberían analizarse seriamente a nivel gubernamental y de las respectivas instituciones iniciativas que ayuden a generar suficientes alternativas de ahorro y permitan canalizar fondos internos hacia inversión y empleo:

• Vigencia del Impuesto a las Ganancias en empresas que cotizan públicamente solamente para ganancias distribuidas (y no para ganancias reinvertidas), reducción del IVA para las pequeñas y medianas empresas que abran su capital al público y sean transparentes en sus operaciones.

• Facilidades para oferta pública y cotización de todo tipo de instrumento o contrato de crédito, removiendo barreras legales e impositivas y dando lugar a mercados primarios y secundarios con suficiente liquidez.

• Reinversión regional parcial o total de aportes a AFJP recaudados en dichas regiones.

• Ambito judicial efectivo que resuelva de manera expeditiva y sumaria los derechos del accionista minoritario y conflictos de índole similar.

• Separación formal de las actividades de intermediación financiera de inversión con respecto a la intermediación financiera comercial, evitando situaciones de oportunismo entre instituciones vinculadas.

• Adecuada campaña educativa de difusión pública y privada a nivel educativo primario y secundario que desarrolle sobre los beneficios del ahorro.

Esto debiera complementarse con la promoción de mercados de capitales regionales en el interior del país y con el exterior que se encuentren entrelazados de manera electrónica y permitan que el ahorro fluya hacia la inversión desde cualquier parte del país.

Esto sólo es posible en un contexto de estabilidad macroeconómica y respeto por los derechos de propiedad que obviamente requiere de gente seria que se preocupe por el país.
 
* Profesor de Economía y Finanzas - UCEMA