La inversión no es China

El director del Departamento de Finanzas del CEMA, José Pablo Dapena, consideró que el nivel de inversión actual no es suficiente y sostuvo que «crecer a tasas chinas implicaría invertir a tasas chinas». Además, señaló que el poco desarrollo del mercado de capitales local obliga a que las empresas deban financiarse con recursos propios.

PERIODISTA: ¿Considera suficiente el nivel de inversión actual?

José Pablo Dapena: A pesar del incremento en cuanto a la participación en el
PBI, es
insuficiente para mantener la tasa de crecimiento actual. Crecer a tasas chinas implicaría invertir a tasas chinas (40% del
PBI), que no es nuestro caso. Chile, por ejemplo, invierte 24,5% del PBI, y crece a 4%, lo que sitúa a la inversión argentina al nivel de sostener tasas de 4%-5% y no de 8%-9%, como sucede actualmente.

P.: ¿Encuentra alguna posibilidad de freno al crecimiento económico argentino actual?

J.P.D.: Sí, dado por la poca captación de inversión extranjera directa y por el poco desarrollo del mercado de capitales local, que obliga a que muchas empresas estén sujetas a racionamiento de crédito, financiando sus necesidades de capital principalmente a través de la generación de recursos propios.

P.: ¿Es buena la calidad de la inversión?

J.P.D.: Si bien toda inversión es buena, en las actuales condiciones hay algunas luces de alerta. La primera viene dada por la participación de la inversión pública en el total, que como los criterios de evaluación no son los mismos que en el sector privado, el riesgo es que los niveles invertidos se encuentren parcialmente «sobreestimados». La segunda está dada por la distorsión que se produce como consecuencia de los controles de precios, los subsidios del gobierno a ciertos sectores y las retenciones. Esto genera distorsiones en la asignaciones de los recursos de inversión ya que los precios no reflejan las oportunidades abiertas y los planes de negocios están sujetos a incertidumbre política exigiendo tasas internas de retorno más altas o períodos de recupero más cortos.

P.: ¿Qué políticas se tendrían que implementar para incentivar una mayor inversión?

J.P.D.: El primer paso es crear un entorno confiable macro que vendría dado por la proyección interanual del superávit fiscal con conformación de presupuestos a cinco años (y no sólo a uno) que restrinjan además la discrecionalidad por parte de diferentes administraciones. El segundo es recrear un entorno de reglas y normativas tanto a nivel impositivo como societario que hagan más simple la inversión y más predecible la proyección de lo flujos de fondos y los costos de iniciación de proyectos. El tercero es trabajar sobre el mercado de capitales a través de beneficios impositivos para las empresas que cotizan, y que evidencian más transparencia en sus operaciones.

P.: ¿Cómo afecta lo ocurrido en el INDEC a los inversores?

J.P.D.: Provoca que, al momento de planearse una inversión, se tenga noción del contexto con que se entra, pero no del que existirá al momento de la salida. Esto hace replantearse hasta qué punto conviene entrar en una primera instancia.

P.: ¿Qué medidas pueden tomar los inversores para «cubrirse»?

J.P.D.: Realizar inversiones en activos reales, tales como acciones, inmuebles y commodities, que no están muy alcanzados por el accionar de las políticas del gobierno.