Diario BAE

Entrevista Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía
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Carlos Rodríguez es sumamente crítico con la Alianza, hasta el punto de sostener que el presidente De la Rúa no entiende el capitalismo y que las inversiones van a volver cuando se termine de perfilar el candidato del justicialismo.

Acusó a Elisa Carrió de macartista de izquierda y dijo que todo el escándalo sobre el lavado de dinero surge de una confusión de la diputada que no fue entendida por los senadores norteamericanos. Nadie en los Estados Unidos puede entender las operaciones de autopréstamos, un mecanismo que surge de un sistema impositivo perverso y que en su paso por la función pública quiso solucionar con el impuesto a los intereses que el actual Gobierno derogó.

Basándome simplemente en lo que leí en los diarios, me parece que se está confundiendo lavado de dinero con autopréstamo. En la comisión norteamericana este concepto no lo conocen. Ellos no pueden entender cómo alguien en su sano juicio puede querer sacar plata al exterior y volvérsela a prestar a sí mismo. Y no los entienden porque esa operación en los Estados Unidos no genera ningún tipo de ganancias, y hasta trae un costo: el de las comisiones.

Entonces piensan que estas operaciones son lavado de dinero, recursos de la droga que se sacan y se devuelven blanqueados. Pero lo que no saben es que el sistema impositivo en la Argentina ha hecho esa maniobra rentable desde hace décadas. Eso es el autopréstamo que no tiene nada que ver con el lavado de dinero. Un empresario que gana plata blanca, legal, si la reinvierte en su empresa tiene que pagar 35% de impuesto a las ganancias. En cambio, si la manda afuera, por ejemplo, la deposita en el Banco República que la manda alFederal Bank y éste la devuelve como un préstamo, la misma plata no paga impuestos a las ganancias. Esa maniobra es legal. No me sorprende que si se empieza a mirar la operatoria de los bancos argentinos se encuentrenenormes cifras de dinero que se va y vuelve. Se llama autopréstamo, y Carrió (Elisa) lo confunde con lavado de dinero.

Nosotros, cuando estábamos en el gobierno con Roque (Fernández), nos dimos cuenta que los autopréstamos eran una manera de eludir legalmente el impuesto a las ganancias. Entonces pusimos un tributo a los intereses precisamente para desalentar estas operaciones. Lo primero que hizo este Gobierno es volver a hacerlas rentables al eliminar el impuesto. Si hay alguien que denuncia y a la vez promueve las operaciones de autopréstamos, que ellos llaman lavado de dinero, es precisamente esta administración. Hoy (por ayer), en el Congreso, el Presidente estaba muy orgulloso de decir que bajó el impuesto a los intereses cuando lo que hizo fue favorecer el autopréstamo para que después la diputada Carrió lo denuncie.

Para Carlos Rodríguez, la Alianza heredó la estructura de una economía capitalista, creada por el menemismo. Pero el actual Gobierno no cree en esa estructura, y mientras esto suceda no habrá inversiones y, por ende,crecimiento.

La mejor receta para crecer es el capitalismo. El gran problema acá es que durante la década del 90 se crearon unas cuantas instituciones y alianzas capitalistas a nivel internacional, pero el nuevo Gobierno no cree en eso. Entonces, los operadores ven que el país es capitalista pero la conducción actual no cree en él. En cualquier momento puede haber una devaluación, controles de cambio, o que no dejen sacar la plata. La Alianza heredó la convertibilidad, la apertura comercial, la falta de control de precios, la estabilidad cambiaria, pero todo el tiempo sus participantes están revoloteando como avispas diciendo que todo esto está porque es muy costoso sacarlo. Están dando la idea que a la primera crisis se caen todas las instituciones.

¿Es un problema de De la Rúa o el problema es que él no logra imponerse?

No creo que De la Rúa sepa lo que es el capitalismo en un sentido profundo. No creo que conozca o entienda las reglas básicas del capitalismo. El, más bien tiene una actitud pro paternalista, de sentarse en mesas de concertación, que son propias del radicalismo vernáculo y no tienen nada que ver con el capitalismo. Vaya a explicarle a Rockefeller eso de la concertación.

¿Y cómo se soluciona eso?

Se precisa una definición del panorama político y eso va a pasar cuando se perfile quien manda en el justicialismo. Porque está claro que ese va a ser el partido ganador.

Si se perfilara un buen ganador sería un buen momento para comprar activos argentinos baratos. Colocarse y empezar a construir.

"Este año está económicamente perdido", aseguró Carlos Rodríguez a BAE, y justificó su posición advirtiendo que "los fundamentals argentinos están deteriorándose porque la mejor institución que teníamos, que es la convertibilidad, está siendo atacada. Cada vez se habla más de devaluación entre los políticos y en los medios. Y ésa es una visión muy estrecha".

"Una devaluación destruiría la cadena de pagos, pulverizaría los salarios reales y provocaría el default. Eso lo perciben los mercados", explicó.

"Otros temas de importancia –dijo- son la parte fiscal, que se está deteriorando mucho; el Mercosur, que se sigue desarmando, y el Presidente, que está cada vez más débil." "Los intereses de la deuda como fracción de los recursos tributarios significaban 7% en 1993, pero en el último año llegaron a 22%", se alarmó.

A su entender hay un círculo vicioso: "La falta de crecimiento y el aumento del desempleo debilita políticamente al Gobierno y hace que pierda el control fiscal y la credibilidad, y que no vengan inversiones, que se recaude menos, que no vengan inversiones y aumente el riego país como los intereses de la deuda". "La devaluación va a venir por el deterioro fiscal y por la probabilidad de default", vaticina apocalípticamente. La devaluación tampoco es la solución. "Es lo mismo que un default", aclara, y tampoco pierde la oportunidad de culpar Elisa Carrió por la falta de inversiones: "¿Quién va a invertir en un país donde una diputada socialista manejo los destinos del sistema financiero?", remató.

Carlos Rodríguez dijo que sólo escuchó apenas un "pedacito" del discurso del presidente Fernando de la Rúa en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso.

De todas maneras, fue suficiente para sacar conclusiones y asegurar que "se le echa la culpa de todos nuestros males del último año y medio a causas externas del país.".

"La culpa antes era de Menem y ahora es del extranjero", se queja y sostiene que "toda la estrategia política de la Alianza está basada en echar culpas en vez de buscar soluciones".

Respecto de la propuesta presentada pro De la Rúa según la cual se daría el rango de ministerio a la Oficina Anticorrupción, opinó que es "un tema mediático". "Como el lavado de dinero está en las primeras planas de todos los medios, subimos la Oficina Anticorrupción al rango de ministerio", expresó con ironía.

También se quejó de las presiones que el Gobierno está ejerciendo sobre Pedro Pou. Al respecto argumentó: "Qué en algún lado del sistema financiero alguien haga algo incorrecto, como tener una filial no declarada o hacer autopréstamos con dinero negro, no quiere decir que haya que echar al presidente del Banco Central por delincuente. Es como echar al jefe de policía porque hay asaltos", ejemplificó.

Marzo 2, 2001